bloquean cuentas y piden dinero para devolverlas
A medida que una red social aumenta su volumen de usuarios, se convierte en un objetivo cada vez más deseoso para los estafadores. En Instagram, una de las plataformas más populares del mundo, muchos delincuentes se pasan horas buscando la forma de engañar a los usuarios, ya sea para robar su cuenta u obtener los datos de la tarjeta.
Los estafadores detectaron una vulnerabilidad que la red social ofrece contra suicidios, las autolesiones y la suplantación de identidad.
Lo que hacen los piratas digitales es vetar las cuentas con informes falsos en donde se acusa a los usuarios de infringir las términos y condiciones. Una vez clausurada la cuenta, piden dinero a cambio de recuperarla, explicó un reporte del sitio Motherboard.
Por lo general, los ciberdelincuentes se crean una cuenta y denuncian los perfiles por violar las políticas respecto al suicidio y la autolesión. Cuando el algoritmo de Instagram detecta que son muchas las denuncias recibidas, automáticamente da de baja este perfil.
Los estafadores cobran para recuperar la cuenta de Instagram. Foto AFP
El siguiente paso de los estafadores es ofrecer sus «servicios» para que el usuario lo recupere a través de un pago. Por más que intente recobrarla por su cuenta, sólo el delincuente tiene la llave para conseguirlo.
Sitios clandestinos
En las páginas clandestinas se pueden contratar servicios para bloquear determinadas cuentas a cambio de una suma de dinero. Al mismo tiempo, estos foros también permitirían restaurar estas cuentas que han sido inhabilitadas por la propia plataforma.
El objetivo principal de esta estafa son los influencer, que utilizan la red social para ganar dinero y están dispuestos a pagar el rescate para restablecer el contacto con sus seguidores.
Si el propietario pretende recuperar su cuenta deberá desembolsar una importante suma de dinero. Dependiendo de la cantidad de seguidores en su haber, el importe puede superar los 3.500 dólares.
Los propietarios deben pagar 3.500 dólares para recuperar su cuenta.
Foto AFP
En caso de que el propietario se niegue a la extorsión, el estafador puede inhabilitar una cuenta, crear una de nueva y una vez verificada por la plataforma, modificar los datos personales y la imagen para suplantar la identidad de la víctima.
Otro método es la denuncia fraudulenta que activa el protocolo de la política de suicidios o autolesiones de Instagram. Incluso hay scripts (secuencia de comandos) que pueden encontrarse en Internet para realizar denuncias masivas de forma automatizada.
Las ofertas de servicios para inhabilitar cuentas tienen precios que, según averiguó el portal Motherboard, varían entre los 5 y 60 dólares.
Estos dos negocios ilícitos están vinculados, ya que poco tiempo después de ser el blanco de una inhabilitación fraudulenta, puede llegar un mensaje que ofrece la posibilidad de recuperar el perfil a cambio de dinero.
Motherboard hizo un relevamiento y concluyó que estas estafas se deben a «venganzas personales o por competencias comerciales o simple envidia».
Si bien la metodología era desconocida hasta el momento, indicaron que es muy recurrente y que desde Instagram ya están al tanto, por lo que se encuentran investigando para sancionar a las cuentas responsables que denuncian sin motivos.
Las estafas online cada vez son más frecuentes: en los últimos días se difundió una que opera a través de WhatsApp.
SL