Por qué se dice «minar» criptomonedas y qué hace una PC cuando está minando
La “minería” de criptomonedas es la creación de divisas como Bitcoin o Ethereum a partir de la resolución de complejos problemas matemáticos. Pero también es otra parte muy importante del mundo de los activos digitales: es el proceso por el cual se inscriben las transacciones en el blockchain, esa suerte de libro contable público que registra y valida las operaciones.
Es decir, por un lado, la creación de criptomonedas se suele hacer con computadoras muy potentes que no están al alcance de la mano, sino que requieren una gran inversión con “rigs” de placas de video (estantes con muchas tarjetas), que son los procesadores predilectos para este trabajo. El proceso se recompensa con una criptomoneda: el que la logra minarla (crearla) se la queda.
Por el otro, cada movimiento que se hace cuando alguien compra o vende un activo digital, queda registrado en el blockchain, que es un sistema ultra seguro.
Esto sucede porque las criptomonedas son descentralizadas: no hay “terceras entidades” como los bancos que garanticen la seguridad de las transacciones. Todo se “anota” en un registro público, al cual se puede acceder desde cualquier computadora, que securiza los activos y sus transacciones.
Los programas de minería permiten tocar valores para incrementar el rendimiento. Foto Maxi Failla
Es este tipo de minería la que suelen hacer quienes tienen una PC gamer, ya que por lo general cuentan con una sola placa de video que nunca podría competir con las grandes granjas que están minando constantemente, durante 24 horas, siete días a la semana durante todo el año.
De hecho, a medida que se minan más criptomonedas, las ecuaciones matemáticas basadas en criptografía son cada vez más complejas: el proceso de minado implica que el resultado es muy difícil de hackear para vulnerar el sistema.
Los mineros se anotan en pools, que agrupan el poder de minado de mucha gente, porque intentar minar una criptomoneda como el bitcoin con una sola PC es más difícil que ganar la lotería.
Resolviendo el puzzle
Tanto la minería para crear nuevas criptomonedas como para agregar transacciones al bloque se hace resolviendo una serie de problemas matemáticos muy complejos. Requieren un gran poder de cómputo, para lo cual las placas de video (GPU) tienen una arquitectura mucho más eficiente que los clásicos procesadores de computadoras (CPU).
“Las funciones hash criptográficas son secuencias de operaciones que se le aplican a datos, obteniendo un resultado (al que se le dice el hash de los datos). Una propiedad interesante de estas funciones es que son de un único sentido, o sea que incluso teniendo el resultado y sabiendo qué secuencia de operaciones se hicieron para llegar hasta ahí, no es factible invertir el proceso y obtener los datos originales de nuevo, ni es factible saber qué datos habría que poner para que resulten en un hash específico”, explica a Clarín Carlos Bederián, profesor de Ciencias de la Computación en FAMAF, que programa y administra las supercomputadoras de la Universidad Nacional de Córdoba.
“En las criptomonedas, los mineros tienen los datos del bloque de transacciones recientes que quieren procesar, pero el hash del bloque minado tiene que satisfacer ciertas condiciones establecidas por la criptomoneda. A eso lo consiguen cambiando secciones del bloque donde se pueden poner datos al azar hasta que el hash encaje», sigue el especialista.
«Entonces no queda otra que probar a fuerza bruta con billones de combinaciones distintas de las partes al azar y calculando los hashes de cada combinación. Cuando alguien encuentra la solución y se la comunica al resto, para el resto es fácil verificar que es válida porque sólo tienen que calcular el hash de los datos una vez y ver que satisfaga el criterio”, explica el especialista.
La analogía que usan los informáticos para este complejo planteo es la siguiente: es muy fácil hacer un licuado de frutas. Pero revertir el proceso sería tan difícil como intentar recuperar los ingredientes originales.
De hecho, de esta idea viene precisamente el término de “minería”: se practica una insistencia constante a través de una inmensa cantidad de cálculos, como si fuese estar “picando” algo hasta romperlo (en este caso, descifrarlo).
Este sistema responde a que “la forma en la que las criptomonedas pueden operar sin una autoridad central es haciendo que todos los usuarios vean el saldo de todas las billeteras y todas las transacciones que se hacen entre ellas”, según el experto informático.
Los programas de minería abren una interfaz de comando y muestran parámetros que, para el usuario promedio, son incomprensibles, pero tampoco es necesario comprenderlos: minar, a fin de cuentas, es abrir y dejar corriendo un programa.
Los parámetros del hash DaggerHashimoto, minando Ethereum. Foto Maxi Failla
Lo que la información en pantalla es exactamente el proceso de minado: el programa está intentando “millones y millones de soluciones al acertijo esperando pegarle antes que el resto, entonces va reportando la velocidad a la que lo hace nuestra computadora” y eso es lo que la interfaz de comando muestra.
La velocidad se mide en un parámetro llamado “hash rate”, una medida de poder computacional por segundo.
Cuanto más alto es el hash rate, más recompensas se recibirán por minar y, por ende, más plata se podrá generar.